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Miércoles, 11 Febrero 2009

Conexión entre el cerebro y las prótesis robóticas

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Conexión entre el cerebro y las prótesis robóticas

Publicado en www.azprensa.com (9/11/07)

Así se ha puesto de manifiesto en el I Congreso Internacional de Ingeniería Médica, organizado por el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón, de Cáceres
Redacción, Cáceres (9-11-2007).- Conocer la conexión existente entre el cerebro y las prótesis robóticas es clave para conseguir el sueño que se ha planteado convertir en realidad la ciencia robótica aplicada a la Medicina: lograr implantes con funciones parecidas a las que realizaban los miembros amputados. En el I Congreso Internacional de Ingeniería Médica, organizado recientemente por el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (CCMIJU), de Cáceres, se ha puesto de manifiesto la magnitud del reto.
La investigación actual, según ha señalado Kevin Warwick, de la Universidad de Reading (Reino Unido), se centra en averiguar cómo el cerebro envía las señales a los miembros, y viceversa. “Es muy complicado establecer conexiones entre un ordenador y la mente de una persona”, ha señalado Warwick.
Para este profesor de cibernética, para que un implante funcione de la forma más parecida posible al miembro amputado hay que conocer la conexión entre el músculo y el implante, para saber qué siente éste. “Las investigaciones actuales se centran en averiguar no sólo cómo se envían las señales, sino el camino de ida y vuelta del cerebro a la prótesis”, ha añadido.
Warwick y su equipo lograron conectar el cuerpo del profesor con un ordenador de Estados Unidos, y, los movimientos de la mano del científico, gracias a sus señales neuronales, que se enviaban a través de internet, hacían mover la mano ‘americana’. “Además, fuimos capaces de averiguar la fuerza de presión de esa mano: si esa mano a través de internet apretaba algo, mi cerebro recibía impulsos”, ha explicado Warwick.
Para William Craelius, experto en ingeniería biónica de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos), ese futuro pasa por encontrar mayores modos de comunicación entre el cerebro y los miembros que se van a implantar. “Primero hay que ver qué miembro se ha amputado, darle el sentido del tacto y otorgarle movimiento a los dedos. Es un proyecto muy difícil, sobre todo porque hay que decodificar la voluntad del individuo; quizás dentro del cerebro hay una serie de dispositivos que se conectan entre sí y que se pueden llevar al exterior”, ha señalado.
Respondiendo a la pregunta de qué debemos hacer para otorgar la destreza a un miembro mecánico, Craelius afirma que uno de los factores más importantes “es saber que queda mucha información dentro del cerebro acerca de los miembros que han sido amputados, lo que permite que este órgano se adapte perfectamente a los miembros que se le acoplan”, ha añadido.
Las investigaciones de Craelius y su equipo han mostrado que el cerebro de un paciente que ha sufrido una amputación sigue emitiendo órdenes hacia ese ‘miembro fantasma’. Aunque este científico ha reconocido que actualmente ninguna prótesis puede agarrar un objeto de la misma forma que una mano humana. “El futuro en este campo está abierto, no se conoce el límite de todos estos avances”, ha dicho.
Un referente mundial
El CCMIJU se ha convertido ya en una institución de referencia mundial en investigación y formación de las técnicas de cirugía de mínima invasión. Este centro no tiene como responsabilidad la atención directa a los pacientes, centrándose en la investigación de nuevas técnicas y en la formación: actualmente, más de 700 profesionales médicos acuden al centro para formarse en las técnicas más novedosas.
El CCMIJU depende del consorcio formado por la Junta y la Universidad de Extremadura y la Diputación Provincial de Cáceres, aunque recientemente ha fundado su propia Fundación, en la que entre otras entidades está la Diputación de Badajoz.