"Hay que normalizar la palabra 'amputación'": la lección de vida de tres personas a las que les han amputado alguno de sus miembros
Valencia
Nuria García, Carla Maronda y Quique Medina. Mucho en común, con miembros amputados, y cada uno de ellos en diferentes etapas de este proceso. En el caso de Carla, vecina de Xàtiva, nos cuenta desde su casa que ha perdido sus manos y pies a causa de una sepsis, tras sufrir un fallo multiorgánico y a los dos meses, llegaba la amputación "porque se habían necrosado".
Tres ejemplos de superación
Tres casos, tres valencianos que son un ejemplo de superación, de fuerza de voluntad, de coraje, y que demuestran la capacidad del ser humano ante la adversidad.
Durante la tertulia, a tres bandas, Carla, con sus cuatro amputaciones, explica que " está avanzando día a día, intentando saltar todos los obstáculos que se presentan, aunque, de momento, no ve la luz al final del camino". Algo que Quique Medina le explica que " tal y como la ve, con tanta fuerza y sin miedo a contar lo que le está pasando en redes sociales, está seguro de que saldrá más fuerte de esta situación"
Pero Medina reconoce que la palabra amputado "es un término que no hay que tenerle miedo, igual que pasa con la palabra cáncer". Son palabras normales "que hay que normalizar, que se han intentado esconder". Su historia es muy similar a la de Nuria y se han mantenido en contacto a lo largo de los años. De hecho, cuenta Quique, que cuando a Nuria todavía no le habían amputado la pierna y se encontraron mientras él llevaba una cerveza en la mano y en la otra a su hijo pequeño, ella le dijo una frase que se le quedó grabada: "gracias a ti ya sé que lo peor, no es malo".
FUENTE: CADENA SER
Feliz de perder una parte del cuerpo que es todo sufrimiento
Quique Medina reconoce que tuvo que convencer a todo su entorno porque es como una especie de tabú: "cada día estoy más feliz de haberme librado de una parte de mi cuerpo que solamente era un tema de conversación constante, un foco de infecciones un foco de dolor gordísimo, porque siempre estaba la pierna por delante y ahora tengo una pierna que vale bastante más que todo el resto del cuerpo"
Otro amputado, el mejor apoyo
A lo largo de la conversación los tres reconocen que estar en contacto con otras personas que han sufrido amputaciones es algo que les beneficia mucho, porque les van dando pautas de los pasos a seguir, van contando su propia experiencia. los tres reconocen que una vez se lleva a cabo la amputación, llega lo difícil: encontrar la prótesis adecuada. Y es ahí cuando empieza el peregrinaje entre especialistas, fisios, ortopedias, psicólogos, para empezar a andar.